Cuando la recompensa se alcanza desde el primer paso y lo importante es el camino, no solo llegar.
El primer esfuerzo al preparar la travesía es decidir qué llevar. Las horas y los desniveles se acumulan en tus pies y en tu espalda.La sensación de ser autónomo, de llevar todo lo que necesitas contigo te aleja de la cotidianeidad. Solo importa llegar, seguir las marcas y disfrutar del camino. Todas tus necesidades vitales reducidas al mínimo, mucho más cerca de lo que somos, naturaleza.