Desde la Ermita de Sant Antoni a 690 m. de altitud, salimos por la pista forestal en dirección al collado del Prat siguiendo las señales blancas y rojas del GR 65-5.

Seguimos descendiendo por la pista y pasamos por un depósito de agua. A los 15 minutos dejamos la pista principal a la izquierda y bajamos por un atajo ancho, pedregoso y de brusco descenso. Al poco volveremos a salir a la pista que hemos dejado anteriormente.

Unos metros más abajo, abandonamos a la derecha la fuente de la Gleva y sus instalaciones eléctricas. La pista se acaba y empieza el camino de la herradura. Antes de atravesar el torrente hay un pequeño mirador sobre el río Montsant.

Cruzamos la riera que baja de la fuente de la Gleva. El camino entra en un bosque de pinos y sube suavemente teniendo el río Montsant y el congosto de Fraguerau a la derecha.

En el siguiente desvío que baja hasta el Racó de la Pastera continuamos a la izquierda siguiendo las señales del GR.

Llegamos a un rondal rocoso y dejamos a la izquierda un pequeño sendero marcado y bajamos por la derecha. A pocos metros encontramos una cueva. El camino continua bajando suavemente hasta el fondo del valle.

A la hora de caminata encontramos un curioso puente colgante sobre el río Montsant que da acceso al valle de Sant Bartomeu. A la izquierda dejamos el camino que lleva a la población de Margalef.

Una vez pasado el puente nos enfilamos por el congosto. Tendremos que cruzar un par de veces el torrente seco y pedregoso y entramos en un pequeño camino  que nos conducirá hasta la ermita de Sant Bartomeu a la 1:15 h. de caminata y a unos 550 metros de altitud.

El regreso se realiza por el mismo sendero.