Inalcanzables, majestuosas. Montañas que recompensan con solo contemplarlas y disfrutar de la gente que las habita.
El trekking en el Nepal es como un descubrimiento mayúsculo de que el camino o lo haces, o lo haces, y eso te transporta al instante mismo en que necesitas poner tu atención en el siguiente paso, ese presente que te libera de la mente.