Montañas sumergidas, rodeadas de otro azul más intenso. No hay camino, solo el silencio y la inmensidad del vacío.
El buceo es una actividad diferente del trekking, pero también similar, ya que recorres montañas en el fondo de mar, y te engancha por lo extraño del paisaje y por su belleza.
La sensación de flotar en el abismo de un intenso azul marino, de dar vueltas sobre ti mismo, de sentir la ingravidez, la lentitud obligada, el fantástico mundo que se abre ante tus ojos y las sensaciones del cuerpo es sencillamente sublime.