La Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional Bahuaja Sonene se encuentran ubicados de manera contigua en la región Amazónica del sur del Perú. Poseen gran riqueza de flora y fauna y bellos paisajes naturales. Inicialmente se creó el área protegida como zona reservada a inicios del año 90 y luego a través de un largo proceso de consulta y negociación con los sectores involucrados se determinaron las áreas definitivas para la reserva y parque nacionales.

El área presenta gran diversidad de habitats, lo cual permite la existencia de especies en abundancia. La cuenca del río Tambopata es considerada como uno de los ecosistemas con mayores índices de biodiversidad en el mundo. En el área protegida se puede encontrar una alta diversidad de comunidades vegetales, varias especies forestales de importancia económica como el cedro (Cedrela odorata), caoba (Swietenia macrophylla), tornillo (Cedrelinga sp.), castaña (Bertholetia excelsa), palmeras como pona (Iriartea ventricosa), aguaje ( Mauritia flexuosa), entre otras. En cuanto a la fauna, el área alberga una población importante de lobo de río Pteronura brasiliensis especie en vías de extinción; así mismo, especies en situación vulnerable como oso hormiguero (Myrmecophaga tridactyla), Armadillo gigante (Priodontes maximus), maquisapa negro (Ateles paniscus), jaguar (Panthera onca), espátula rosada (Ajaija ajaja), taricaya (Podocnemis unifilis), Anaconda (Eunectes murinus) entre otras.

La Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional Bahuaja Sonene se encuentran en situación vulnerable por las diversas amenazas a las que están sujetas. Las amenazas más importantes son: la agricultura e invasión de tierras, la minería aurífera, la extracción ilegal de madera, la excesiva extracción de otros recursos naturales (carne de animales silvestres, peces, frutos y hojas de palmera, entre otros), la pavimentación de la carretera Cusco - Puerto Maldonado y el incremento de los procesos migratorios a la región que aumentan la presión y las amenazas sobre el área protegida.

El área protegida presenta ocho zonas de vida: Bosque húmedo subtropical, bosque húmedo tropical, bosque muy húmedo subtropical, bosque muy húmedo premontano subtropical, bosque pluvial subtropical, bosque pluvial premontano tropical, bosque pluvial montano bajo subtropical, bosque pluvial semisaturado montano bajo subtropical, y cuatro zonas de vida en transición: Bosque húmedo subtropical a tropical, bosque húmedo tropical a subtropical, bosque muy húmedo premontano tropical a bosque húmedo tropical, bosque muy húmedo subtropical a bosque pluvial subtropical.

En el área protegida se encuentran algunos ecosistemas tales como: bosque de terraza, bosque de terraza media de inundación, bosque de terraza alta de inundación, bosque de tierra firme sobre suelo arcilloso, bosque de tierra firme sobre suelo areno-arcilloso, bosque de tierra firme sobre suelo arenoso, bosque pantanoso permanentemente inundado, bosque pantanoso, bosque de pacal o bambú, pampas tropicales.
 
Los principales ríos que circundan o atraviesan el área son el Tambopata, Heath, Malinowski, la Torre, Tavara, Candamo, Guacamayo, entre otros de menor envergadura. El área presenta lagos o cochas relacionadas al carácter meándrico de los ríos, pantanos de palmeras y zonas estacionalmente inundables. Los ríos y quebradas presentan patrones de creciente y vaciante según la época del año, ya sea época de lluvias (noviembre a marzo) o época seca (mayo a septiembre) respectivamente.

La reserva Tambopata se ubica en la región Madre de Dios, en la cuenca de su mismo nombre. Abarca aproximadamente 274.000 has., del total de 1 millón 478 mil de tierra virgen, donde se albergan una diversidad tal de recursos naturales, flora y fauna, que son el asombro de naturalistas y biólogos que la visitan. Desde 1990 Tambopata es una Reserva, gracias a lo cual en principio su flora y fauna están protegidas frente a la depredación y la tala indiscriminada que atentan contra su existencia... y la nuestra.

Lo que hay en esta región es realmente sorprendente. El entomólogo y profesor de la Universidad de Harvard, Edward O. Wilson, descubrió que había más especies de hormigas en un solo árbol que en todas las islas británicas juntas. También se ha registrado la mayor cantidad de especies de aves en el mundo (575), y de mariposas (1.200). Se han catalogado 103 especies de libélulas, 103 de mamíferos, más de 60 de anfibios, una gran variedad de peces. Esto puede graficar la real dimensión de estas tierras, que bien pueden definirse como paradisíacas.

Las tierras de Tambopata también son ricas en minerales. En esta reserva se encuentra el mayor depósito de minerales y arcilla del mundo (llamados "collpas" en quechua), que alimentan 32 especies de loros y papagayos, el 10% de la variedad de esta especie en el mundo. El comedero se ubica en un enorme acantilado de 50 metros, que se extiende 500 metros a lo largo de la parte oeste del río Tambopata. Es rico en nutrientes, de los cuales viven mamíferos, aves e insectos, que forman colonias en sus alrededores. Es sabido que existen bancos minerales similares en las orillas del río Tambopata, pero este asentamiento es único por concentrar especies raras de papagayos y loros.

Allí es posible ver una gigantesca bandada de esos plumíeros colorinches posarse en las pendientes para alimentarse, lo que ha sido descrito por la National Geographic en 1994 como uno de los espectáculos más fascinantes que se hayan visto de la naturaleza salvaje.

Pero también hay allí especies en peligro de extinción, conviviendo en perfecta armonía con la naturaleza, como la nutria gigante (Pteronura brasiliensis) y el águila harpía (Harpia harpyja), ó el cotomono (Alouatta seniculus), una de las 9 especies de mono, ó el armadillo gigante (Priodontes maximus), el lobo de río (Pteroura brasiliensis), el "perro de monte" (Speothos venaticus), el "lagarto negro" (Melanosuchus niger), el ocelote (Leopardus pardalis), el jaguarundi (Herpailurus yaguarundi), el caimán negro (Melanosuchus niger), y una gran variedad de papagayos, como el rojiverde (Ara chloroptera), ó el papagayo azul-amarillo (Ara ararauna), el de cabeza azul (Ara couloni), sólo por mencionar algunos.

Hasta medidados del siglo pasado, ni el gobierno ni las autoridades prestaron atención a esta zona, por desconocer su importancia y potencialidades. Sin embargo, instituciones científicas como el Explorer´s Inn, comenzaron a investigar en la zona en 1975, encabezados por Max Gunther, asentándose en lo que actualmente es la Reserva Nacional.

Gracias a ellos se cuenta con un registro completo de las especies de aves que habitan Tambopata, el que se constituyó en uno de los más elevados, para el asombro de la comunidad científica nacional e internacional. Posteriores exploraciones de zonas colindantes como la del Manu terminaron de ponerlos ante los ojos del mundo logrando el reconocimiento. Así la UNESCO, en 1987, declaró a este último, Patrimonio de la Humanidad.

En 1996 surgió un proyecto para crear el Parque Nacional de Bahuaja-Sonene, en lo que es la zona sur y sur-oeste de Tambopata, proyecto que fue aprobado el 17 de julio del mismo año. Actualmente dicho parque abarca 537.053.25 h., partes del Santuario Pampas del Heath, así como la región Tambopata-Candamo, con el que comparten 271,582 h. Y por el sur, es fronterizo con otro santuario natural: el de Madidi en Bolivia.

En Tambopata subsisten comunidades indígenas para quienes la flora y fauna existentes en el lugar poseen un carácter sagrado. Las más importantes son la Ese'eja y Tacana, que habitan en el actual territorio de la Reserva y a quienes se debe el nombre del Parque Nacional Bahuaja-Sonene: los nombres en su dialecto de los ríos Tambopata y Heath. Hacia el oeste, se encuentra la comunidad Kotsimba y la comunidad Arasaeri-Harakmbut a orillas del río Malinowski, Esta última ha solicitado al gobierno la creación de la Reserva Comunal Arasaeri que uniría la reserva nacional del Manu con áreas protegidas de Ucayali . Al norte y en las periferias de la zona protegida conviven comunidades de etnias diversas como los machiguengas, yora, mashco piro y arawas. Estas comunidades tienen sus poblaciones bastante disminuidas, producto de la violencia cultural, física y por la migración de muchos hacia las ciudades. Todas ellas viven en condiciones de pobreza y se dedican a la caza y recolección de frutos para sobrevivir, así como al comercio de pieles y animales exóticos. Sin embargo, muchas de ellas prefieren el aislamiento completo.

Las dos principales comunidades de Tambopata están afiliadas a agrupaciones como la Federación Nativa de Madre de Dios y Afluentes, las que examinan con las autoridades regionales y el gobierno central, planes de desarrollo basados en el ecoturismo y la protección de la flora y fauna del lugar.

Un viaje aéreo desde Cusco nos llevará en 20 minutos a ese inmenso manto verdoso que es la selva de Madre de Dios, cuyo paisaje no es más que la antesala para lo que nos espera, una vez en Tambopata, que abarca la Reserva Nacional Tambopata-Candamo, el Parque Nacional Bahuaja-Sonene y el Santuario Nacional de Pampas del Heath.

Transportados por canoas, al estilo de los lugareños, es posible disfrutar de las bondades de Tambopata. Guiados por los lugareños, podemos entrar a ese paraíso peruano, donde el hombre aún no hecho de las suyas.