
La Bisbal d’Empordà

El Baix Empordà, sector meridional de la región del Empordà, tiene la característica de poseer una serie de poblaciones de gran vitalidad que compiten con la capital administrativa, la Bisbal d’Empordà, y son centro de pequeñas vecindades.
La Bisbal preside el sector septentrional, que forma la llanura aluvial del curso bajo del río Ter, que desemboca cerca del río Daró, en una amplia zona de marismas donde se había cultivado arroz y que conserva una interesante zona pantanosa con flora y fauna pecuIiares.
Este llano limita al N con el imponente macizo de Montgrí, que continúa hacia el mar por el pequeño archipiélago de las islas Medes, antiguo refugio de piratas, contrabandistas y pescadores de coral, y actualmente zona protegida por la riqueza biológica de sus aguas.
El paisaje de este llano, que tiene en el gran escritor catalán Josep Pla un cronista excepcional, posee una belleza y serenidad especiales, con poblaciones de gran personalidad y conjuntos monumentales de categoría.
La Bisbal d’Empordà es un activo mercado comarcal y centro productor de cerámica de larga tradición (hay una escuela y diversos obradores) y tiene como edificio más destacado el castillo-palacio de los obispos de Girona (de ahí su nombre), con elementos románicos, góticos y renacentistas.
En la iglesia, barroca, hay dos figuras de entremés de Corpus, el Drac y el Àliga (‘el dragón y el águila’), muy antiguas.
Aún quedan por citar el puente medieval sobre el río Daró y el conjunto de casas decimonónicas llamadas Les Voltes.
Muy cerca se encuentra el pueblo de Vulpellac, con notable palacio gótico renacentista, y el de Cruïlles, con restos de las murallas y el antiguo monasterio de Sant Miquel de Cruïlles, hermoso ejemplar románico del que proceden notables piezas actualmente en el Museu d’Art de Girona.
Más al interior, Monells nos ofrece dos evocadoras plazas porticadas en un bello conjunto medieval.
Más al norte, el pueblecito de Púbol es conocido por su antiguo castillo medieval, que Dalí restauró y regaló a su esposa, abierto al público como Castell-Museu Gala Dalí.
Peratallada, al NE de La Bisbal, constituye otro conjunto monumental antiguo, quizás el más importante del sector; el pueblo amurallado se asienta en la roca viva, cortada en zanjas profundas (de ahí el nombre), con tres recintos alrededor del castillo y del palacio señorial.
El palacio se erige en torno a un patio, con elementos románicos y góticos, y también posteriores; las viejas callejuelas desembocan en la plaza mayor y la iglesia parroquial, románica, se encuentra extramuros.
Dentro de su término encontramos la iglesia románica de Canapost y la prerrománica de Sant Julià de Boada, de gran interés.
Al norte, Ullastret es conocido sobre todo por el extraordinario yacimiento arqueológico de una antigua ciudad ibérica (ss. IV-III a.C.), oppidum o plaza fuerte muy relacionada con las cercanas colonias griegas; se conservan restos imponentes de casas y murallas, totalmente excavadas, y se ha instalado un pequeño museo monográfico en la capilla de Sant Andreu.
La población que le da nombre también tiene interés por su núcleo medieval, con una bella lonja o plaza cubierta, gótica.
En dirección norte se halla Foixà, con un gran castillo medieval, y la población de Verges, donde en Semana Santa se celebra la famosa procesión que conserva la Dansa de la Mort (‘danza de la muerte’).
Cerca de la costa, en el lado norte, la población de Torroella de Montgrí, que a finales del s. XIV era residencia frecuente del rey Juan I, el Cazador, y puerto fluvial en el Ter, tiene monumentos interesantes: el castillo-palacio, reformado a fines del s. XIX, las murallas, la plaza mayor porticada, casas señoriales y la iglesia, gótica, donde se celebra anualmente el prestigioso Festival Internacional de Música.
En la montaña pelada de El Montgrí, impresionantes restos del castillo de Montgrí, bella muestra del gótico militar, inacabado.
En la costa, barrio pescador y turístico de L’Estartit, con puerto de pesca y deportivo.
Submarinismo con escafandra en las islas Medes, zona vedada, a donde se puede llegar con barcos de fondo transparente para admirar su rico fondo marino.
Más al sur, sobre la zona pantanosa en la que desemboca el río Ter, se halla el pueblo de Pals, con el conjunto monumental de su barrio antiguo llamado El Pedró –murallas con torres, castillo antiguo o Torre de les Hores, iglesia gótica, cruz monumental con bella panorámica– y notables masías en su término.
Muy cerca se encuentran las instalaciones del Club de Golf Pals.