Figueres y el interior del Alt Empordà
El Empordà, una de las demarcaciones históricas más antiguas de Cataluña, que corresponde a grandes rasgos al condado medieval de Empúries, constituye geográficamente una gran llanura costera aluvial entre los Pirineos y las Gavarres, con otros sectores montañosos a los que debemos los tramos de costa rocosa y escarpada que justifican el moderno nombre de Costa Brava.
La gran llanura se divide administrativamente en las comarcas del Alt Empordà y el Baix Empordà. El Alt Empordà es el sector septentrional, en la llanura aluvial del río Muga y el Fluvià. Tiene a Figueres como capital, que desplazó a Castelló d’Empúries o Peralada por su situación en un cruce de comunicaciones y constituye una ciudad-mercado supracomarcal, a la que acuden también las gentes del Rosellón.
Toda esta llanura tiene el encanto que le confiere la belleza del paisaje mediterráneo, humanizado, con sus cultivos protegidos de los fuertes vientos de tramontana por los setos de cipreses, las antiguas masías diseminadas, los pequeños núcleos agrupados en torno a las iglesias o a los antiguos castillos y casas señoriales.
Figueres es una población vital, próxima a la frontera franco-española y bien comunicada con todo el Empordà, con la Rambla como arteria principal, flanqueada por plátanos, llena de animación y con bellos edificios neoclásicos y modernistas.
Activa vida política y cultural desde el siglo pasado, (Narcís Monturiol, socialista utópico e inventor del submarino, o Pep Ventura, que reestructuró la sardana).
Salvador Dalí también era de Figueres, a él está dedicado el Teatre-Museu Dalí, inaugurado en 1974 en el antiguo Teatre Principal, con interesante cúpula reticulada de Pérez Piñero y ampliado con la Torre Galatea, donde murió el pintor (1989), es uno de los museos más visitados del país.
También tienen interés el Museu de l’Empordà y el Museu del Joguet.
En las afueras se levanta la gran fortaleza militar del castillo de Figueres (1753-66), obra de Martín Cermeño.
Al N de Figueres se encuentra Peralada, con un interesante conjunto monumental presidido por el gran castillo señorial de los Rocabertí, con bellos elementos renacentistas (s. XV y XVI) y también neomedievalistas (s. XIX), rodeado por un gran parque; actualmente es un importante casino de juego y en verano se celebra el prestigioso Festival Internacional de Música.
Cerca del castillo se halla el convento del Carme, iglesia y claustro de elegante arte gótico (s. XIV), con el Museu del Castell de Peralada (cerámica, vidrio, arte antiguo) e importante biblioteca. Cabe destacar además el claustro románico de Sant Domènec, casas señoriales y la bella plaza porticada.
Elaboración de vinos y cavas.
Entre Peralada y Figueres hay la pequeña población de Vilabertran, formada alrededor de un antiguo monasterio o canónica augustiniana (s. XI-XVI), con bellas muestras del románico (iglesia, claustro y campanario) y del gótico (palacio abacial y otras dependencias, magnífica cruz procesional de orfebrería); en verano se celebra el Festival Internacional de Música Schubertíada.
Más al sur hallamos el pueblo de Sant Miquel de Fluvià, con la iglesia de la antigua abadía benedictina, que constituye una importante muestra del románico catalán.
Cerca también hay interesantes edificios medievales: Sant Tomàs de Fluvià (antiguo priorato románico) y Sant Mori (antiguo palacio gótico-renacentista).
Y más a poniente, en el pueblo de Lladó, podemos admirar el románico de la bella canónica augustiniana de Santa Maria.