Costa Brava
Los 200 kilómetros de litoral de la Costa Brava nos ofrecen mucho más que la posibilidad de disfrutar de una estancia relajante. La riqueza de la oferta paisajística, lúdica, deportiva, cultural y gastronómica se multiplica si sabemos descubrir los espacios más recónditos, los rincones aún vírgenes y la riqueza histórica de esta zona, desde los dólmenes de La Albera hasta villas medievales como Pals o Peratallada. Paisajísticamente, no deja de sorprender al visitante la belleza inmutable de las calas y los acantilados de Begur, Palafrugell y el faro de Sant Sebastià, o las poblaciones que han inspirado a artistas y escritores, como Cadaqués, Tossa de Mar o Calella de Palafrugell. Y quienes busquen contrastes no tendrán más que sumergirse en el dinamismo de localidades como Platja d’Aro, Roses, Empuriabrava, Lloret de Mar, L’Estartit o Sant Antoni de Calonge y compararlo con la placidez de los humedales Aiguamolls de l’Empordà o la agreste geología del Cap de Creus.
Parques naturales, jardines botánicos, museos, festivales, mercados populares, una gastronomía reconocida en toda Europa y una amplia gama de propuestas lúdicas hacen de la Costa Brava un destino temático en el que cada cual puede encontrar su motivo de interés.
Las numerosas actuaciones llevadas a cabo en los últimos años para mejorar las infraestructuras viarias, de servicios y de alojamiento en la Costa Brava han conseguido romper el concepto de estacionalidad, de manera que hoy se puede disfrutar de los atractivos de nuestra oferta turística
no sólo en el verano, sino también durante el resto del año.
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