Para llegar al punto de partida, tomaremos como referencia la localidad de Puigcerdà, dónde cogeremos la carretera transfronteriza que lleva a la Guingueta de Sale y desde aquí seguiremos por la N-116 dirección Perpiñán, hasta llegar, justo antes de entrar en Mont-Lluís, a una rotonda (en su centro hay un monumento de dimensiones considerables), dónde debemos de coger la desviación que lleva a Matamala y Formigueres (D-118), localidad esta última a la que nos debemos dirigir, y dónde justo a su entrada y a mano izquierda sale una carretera que nos llevará a la estación de esquí.

Una vez llegamos a la estación de esquí, tenemos dos posibilidades. En verano, podemos salvar un primer desnivel con el telesilla, por lo tanto estacionaremos el vehículo en la zona que hay delante de las instalaciones, mientras que fuera de temporada, y siempre que la nieve nos lo permita, seguiremos con el vehículo por una pista en buen estado, que se inicia en la explanada que sirve de parking, a la derecha y por encima de los edificios, y que nos debe llevar a la estación superior del remontador, atravesando las diferentes pistas de esquí, hasta llegar a un punto dónde el paso queda vallado.

En este punto un rótulo nos indica las rutas de la zona. Obviamente, hay una tercera posibilidad, que es acceder a este punto desde la propia estación de esquí, siguiendo un sendero que va por dentro el bosque con marcas amarillas de pintura hasta los Estanques de Camporrelles, salvando unos 350 metros de desnivel.

Un vez en la estación superior del telesilla, a 2.090 metros de altitud, veremos que hay una caseta de madera, que sirve para el control de acceso y veremos que la pista sigue montaña arriba. Paralelamente, entre los pinos negros, a su derecha, encontramos una senda acotada con marcas amarillas. Este sendero nos llevará hasta la zona lacustre de Camporrelles.

Atravesaremos la pista y seguiremos por un camino marcado que por dentro del bosque va ganando altura hacia la Sierra de Mauri. A la derecha veremos una caseta-refugio al lado del mismo remontador, que puede servir de refugio en caso de necesidad. Este tramo costoso acaba en un anchísimo plano herboso, dónde de nuevo reencontramos la pista que se incorpora por la derecha. Veremos que hay varias opciones, pero nos dirigiremos a un montículo con un hito de piedra que hay en el centro de la carena, que es el pico de la Sierra de Mauri, a 2.428 metros de altitud. Desde este punto, ya tenemos una buena panorámica: A la derecha vemos el Pic de la Muntanyeta y a la izquierda la Baga de la Lladura, la Sierra de los Alarbs y Puig del Palm que la corona, pero la vista que más destaca es justamente la silueta de los dos Perics, con el Carlit y la cresta que continúa hasta el Pic de Mortiers a la derecha y, por debajo, la zona lacustre de los Estanques de Camporrells. Esta situación aérea nos permite hacernos una idea exacta de la subida al pico.

Bajaremos del cerro por la pista o bien siguiendo las evidentes trazas del sendero, hasta llegar a un plano herboso delante del Estanque de en Mig, sobre el que se refleja la silueta del Petit Peric.

Seguimos la traza del Tour del Capcir, marcada con pintura amarilla y roja, que seguiremos un tramo a nuestra derecha (orientados a noroeste) hasta llegar bajo el estanque a 2.255 metros. Pasaremos el río que une los lagos por un puente de madera y entraremos en una zona boscosa de pino negro, que nos dejará a los pies de un torrente que baja entre las piedras, punto donde se inicia la fuerte subida hacia el Petit Peric. Aguas arriba, llegaremos a un pequeño plano a los pies de la tartera, cerca de la cota 2.400, dónde empezaremos la fuerte ascensión que nos debe llevar a la cumbre del Petit Peric.

Una vez salvado este tramo rocoso, el camino se suaviza y de forma más llana llegamos a la cumbre del Petit Peric, a 2.690 metros de altitud con una visión anchísima sobre el estanque de las Bulloses, el Carlit y el Tossal Colomer, las montañas de Núria, el Cadí y las cordilleras de la Cerdanya y Andorra, así como, en dirección norte, Puig de la Portella Gran y el Pic de Mortiers.

Ahora bajaremos en dirección al collado que separa los dos Perics, por un sendero muy marcado hasta llegar a la cota 2.608 mts., donde el terreno se vuelve pedregoso y hace falta ir saltando para buscar la vía más cómoda. Desde este punto buscaremos el mejor camino de bajada.

Una vez en la base tenemos que abandonar el camino para dirigirnos de nuevo al Refugio de Camporrelles. Este tramo puede ser un poco  complicado puesto que se pierde el camino y las marcas pero nuestra referencia será siempre el Petit Peric el cual debemos dejar a nuestra izquierda e ir volteándolo completamente hasta encontrar el sendero del Tour del Capcir, en el tramo entre la Balmeta y Camporrells, con marcas rojas y amarillas.

Tras pasar el río por un puente de madera nos encontramos de nuevo en el refugio de Camporrells. A partir de aquí, reencontraremos la pista que nos debe llevar a nuestro punto de inicio.