
Las morsas varadas de Alaska

El calentamiento global sin duda alguna supone importantes cambios en el mundo, lo que da a entender que dentro de varios años existen muchas posibilidades de que especies animales que conocíamos hasta ahora ya no se encuentren entre nosotros, y otras muchas vean mermados sus ejemplares. En esta ocasión vamos a centrarnos en las morsas varadas de Alaska, las cuales se encuentran aisladas precisamente por causas derivadas del deshielo del Ártico.
35000 morsas en peligro
En total existen unos 35000 ejemplares que se encuentran en peligro en estos momentos en una playa de Alaska, lugar en el que se vieron atrapadas, según afirman los especialistas del Instituto Americano de Geofísica, debido al deshielo provocado por el cambio climático.
Al parecer, esta zona es frecuentemente observada por la USGS, y tan sólo cuatro días antes de esta observación tan sólo se encontraban en el lugar unas 1500 morsas, lo que implica un aumento preocupante.
Por otra parte, otras especies como los osos pardos han comenzado también a ocupar el lugar, mientras que las ballenas grises que hasta los años 90 poblaban estas playas ya han desaparecido por completo debido a la velocidad con la que se producen los cambios en el Ártico.
Los antecedentes de la situación
Hay que tener en cuenta que estos animales viven en zonas de hielo y para alimentarse se sumergen en aguas poco profundas, por lo que en la actualidad corren peligro debido al aumento del nivel del mar y su incapacidad para poder acceder al alimento debido a ello.
Esta es la razón por la que se ven obligadas a desplazarse hasta la playa, ya que de esta forma tienen más posibilidades de capturar peces debido a la menor profundidad.
Sin embargo no se trata de la primera vez que podemos observar este fenómeno, ya que hace aproximadamente unos diez años, al finalizar el verano y como consecuencia del deshielo, estas migraciones se habían repetido en varias ocasiones.
El peligro para las morsas
Cada cierto tiempo, la Tierra organiza una serie de ciclos que hacen aumentar y disminuir la cantidad de hielo en el Ártico, razón por la que aparecen y desaparecen del lugar, aunque la tendencia en los últimos años parece presagiar que este comportamiento será cada vez más frecuente.
Pero el principal problema para esta especie animal es el hecho de no poder acceder al alimento en sus lugares de origen, viéndose obligadas a desplazarse hasta la playa, y más concretamente sobre tierra firme, lo que hace no ya sólo que les resulte más complicado acceder a la comida, sino que también gastan una mayor cantidad de energías para su obtención e incluso para realizar sus desplazamientos.
Máxime debemos considerar el peligro en el caso de las crías, las cuales no están adaptadas y les resulta muy complicado dar sus primeros pasos en estas zonas sin hielo, convirtiéndose en animales mucho más frágiles, lo que hace que, cada vez que se produce este fenómeno, tengamos la triste experiencia de ver cómo muchas de ellas perecen.
Para prevenir casos de muertes, el gobierno ha tomado la decisión de prohibir los vuelos sobre la zona con el objetivo de evitar que se asusten y puedan producir estampidas.