Las zonas áridas absorben el CO2
Un equipo de científicos de Estados Unidos y a cuya cabeza figura el biólogo Dave Evans ha analizado distintos indicios en la Universidad de Washington que demostrarían que las zonas más áridas dentro del planeta permiten absorber una gran cantidad de dióxido de carbono.
El CO2 es uno de los contaminantes que más preocupa en la actualidad especialmente debido al considerable aumento de concentración que hemos podido experimentar en los últimos años, y es por ello que este equipo de investigadores tomó la decisión de comenzar un proyecto muy ambicioso que necesitaría de 10 años para poder obtener una conclusión fundada.
Lo que se hizo fue exponer un total de nueve parcelas pertenecientes al desierto de Estados Unidos a los niveles de CO2 que se registran en la actualidad en nuestra atmósfera así como a los que se calcula que podríamos registrar para el año 2050.
Para ello se inyectaban gases mediante la utilización tubos de plástico y posteriormente se excavaba una profundidad de 1 m con el objetivo de analizar la cantidad de CO2 que había sido absorbido durante este periodo de tiempo.
Las conclusiones obtenidas en este estudio han sido publicadas en la revista Nature Climate Change y demuestran que cuanto más áridas son las tierras, tienen una mayor capacidad para absorber el dióxido de carbono.
Por otra parte también se ha obtenido un dato muy interesante, y es que cuanto más aumenta la concentración de CO2 en el aire, estas tierras tienen una mayor capacidad para absorber la contaminación, lo que sin duda puede representar un sistema fantástico que ayude a disminuir los niveles de dióxido de carbono en el aire para los próximos años.
Este sistema hace que las estimaciones de CO2 en el aire para los próximos años tengan que volver a ser analizadas, gracias a lo cual podremos conseguir una mayor precisión además de averiguar la cantidad de CO2 que se acumularía tanto en el océano como en la tierra.
Por ello obtenemos una idea muy importante, y es que los terrenos áridos son imprescindibles en la tierra para poder mantener un equilibrio adecuado.
No obstante también hay que tener en consideración que estas tierras áridas no tienen la capacidad de absorber todo el dióxido de carbono que generemos, pero al menos sí que se trata de uno de los sistemas más interesantes encontrados hasta la fecha que sin duda ayudarán a evitar la aceleración del cambio climático.
Otro aspecto que debemos tener presente es que en la actualidad estas zonas ocupan aproximadamente la mitad de superficie terrestre en todo el mundo, recibiendo precipitaciones de un máximo de 508 mm al año.
Las que reciben esta cantidad de lluvia son consideradas tierras semiáridas, mientras que las zonas áridas con mejor efecto no superan los 254 mm de lluvia cada año.
Gracias a todos estos conceptos sin duda se consideran ecosistemas imprescindibles que ayudarán a contrarrestar el cambio climático y que, apoyados también por políticas sostenibles y de conservación, es factible que podamos conseguir un cambio importante en los próximos años. Éstas teorías más la concienciación pueden ser nuestras mejores armas para ralentizar el cambio climático.