El desfiladero de Fimmvörðuháls, desde Skógar a Þórsmörk, es una de las rutas de senderismo más populares de Islandia. 

La ruta comienza en Skógar, a lo largo del río Skógá y sus muchas cascadas, para adentrarse en dos glaciares, Eyjafjallajokull y Mýrdalsjökull. Donde podemos observar lava de reciente formación y los nuevos cráteres, Magni y Modi. La lava todavía permanece humeante bajo la superficie.

Descendiendo desde los cráteres hacia el magnífico valle glaciar de Þórsmörk, encontraremos las formaciones geológicas así como impresionantes vistas de las montañas de Islandia y de los glaciares cercanos. 

Vík í Mýrdal es el pueblo situado más al sur de Islandia, hacia el extremo meridional de la región de Suðurland.

Está situado en el municipio de Mýrdalshreppur, en la principal carretera de circunvalación de la isla, Hringvegur, alrededor de 180 km por carretera al SSE de Reikiavik. A pesar de su pequeño tamaño (unos 300 habitantes) es el asentamiento más grande en unos 70 kilómetros a la redonda y es una parada importante.

Vík Es un importante centro de servicios para los habitantes y visitantes de la franja costera entre Skógar y el borde oeste de la llanura aluvial del glacial Mýrdalssandur. En su territorio se encuentra el faro de Dyrhólaey.

Hay muchos rincones naturales de los que gozar en las proximidades de Vík. Cerca del pueblo, como dos kilómetros al suroeste, frente a la punta de Garðar emergen del mar las afiladas columnas basálticas de Reynisdrangar. Según la tradición, se trata de unos trölls que, empeñados en arrastrar un navío de tres palos hacia la costa, quedaron petrificados al ser sorprendidos por la luz del amanecer.

Desde el cabo de Garðar se divisa, seis kilómetros al oeste, el peñón de Dyrhólaey. Por medio hay una playa que la revista especializada Islands Magazine y otras publicaciones han incluido entre las diez most beautiful black sand beaches in the world.

Al monumento natural de Dyrhólaey se accede por la carretera principal N1 desde las proximidades de Litli-Hvammur, unos 14 kilómetros al oeste de Vík. Allí se toma la pista F218 que casi sube hasta el faro. El promontorio tiene 120 metros de altura y se adentra en el mar formando una retorcida península de lava con una vertiginosa pared vertical. El muro está horadado y las olas lo atraviesan bajo un arco que da nombre al paraje: Dyrhólaey significa la Isla del Arco en la Colina. 

Enfrente emergen algunos islotes llamados Littlidrangur (los Pilares de Roca) y también Tröllatönn (los Dientes de los Trölls). Dicen que los marineros ingleses bautizaron este lugar como Cabo Portland o el Agujero del Viento.

La zona es un popular destino turístico debido a la presencia de interesantes formaciones geológicas, como las montañas de riolita multicolores, grandes extensiones de lava y las aguas termales. Además, es un punto de partida para excursiones de varios días de duración a las tierras altas de Islandia.

Los excursionistas se encuentran en Landmannalaugar en verano un centro de servicios totalmente equipado. Un refugio, en funcionamiento desde 1951, tiene capacidad para 78 personas. Es fácil llegar por la pista F26, incluso con los autobuses turísticos de línea. Landmannalaugar es el punto de partida para una serie de rutas de senderismo. Dos de las montañas más visitadas son el Bláhnjúkur y Brennisteinsalda. 

Bláhnúkur significa literalmente “el pico azul” (940 m); Esto se debe al color negro azulado de sus laderas. Color debido a los flujos de ceniza y lava volcánica.

Un sendero conduce hasta la cima de la montaña de la que, en buenas condiciones , cinco glaciares son visibles.

El parque Nacional de Skaftafell se encuentra entre el pueblo de Kirkjubaejarklaustur y Hofn. Es el segundo parque nacional más grande de Islandia detrás de Thingvellir y se encuentra a los pies del gran Vatnajokull. La joya de la corona del parque Skaftafell y su mayor atracción turística es su pequeña cascada enmarcada entre columnas basálticas hexagonales llamada Svartifoss o también llamada cascada negra. 

En una ruta por el sur de Islandia no debe de faltar una visita al esplendido parque de Skaftafell y dejarse maravillar por su cascada Svartifoss.

Skaftafellsjökull (Lengua glaciar Skaftafell)

Distancia: 2km (4km de ida y vuelta)
Tiempo de marcha: 1 ½ hrs.
Dificultad de la ruta: 1 (Fácil)

Un camino pavimentado nos lleva desde el centro de visitantes de Skaftafell hacia la lengua glaciar con el mismo nombre. Desde el final de la zona pavimentada, un camino de grava conduce a un punto donde hay una vista increíble hacia la imponente lengua que sube hasta que la perdemos de vista.

Después de disfrutar de la vista se debe caminar de regreso por el mismo camino de grava y luego tomar otro camino de grava a la izquierda que os llevará de nuevo al centro de visitantes de Skaftafell.

Svartifoss ("La cascada negra")

Distancia: 2km (4km de ida y vuelta)
Tiempo de recorrido: 2 horas
Dificultad de la ruta: 1 (Fácil)

Después de caminar 250 metros desde el centro de visitantes a través del camping enseguida subirás por una pendiente cuya elevación es de unos 140m en una distancia de 1,5km. A partir de ahí el camino te llevará hasta la misma cascada que podrás observar desde abajo.

Después de disfrutar de la cascada y su entorno deberéis caminar hasta las columnas del basalto en el otro lado del barranco y seguir ese camino hasta el final de la zona de acampada a través de Lambhagi. Cuando la visibilidad es buena, se recomienda hacer un recorrido adicional (1h. extra) siguiendo el sendero marcado con la señal “Sjónarnípa” que te llevara hasta un mirador a una altura considerable de la lengua Skaftafellsjökull. 

Kristínartindar (“Picos de Kristin”)

Distancia: 16Km
Tiempo de recorrido: 7 horas 
Dificultad de la ruta: 3 (difícil)

La ruta a Kristínartindar va desde el  centro de visitantes de Skaftafell por el mismo camino como si fueras a Svartifoss. De hecho es posible ir todo el camino hasta Svartifoss y luego a Sjónarsker, pero el camino más corto es cruzar el río por el puente caminando junto a Magnusfoss y desde allí dirigirse a Sjónarsker. Desde Sjónarsker el camino va directo hacia Kristínartindar. Al llegar al pie de Kristínartindar tendréis dos opciones:

a.- La fácil es caminar el camino alrededor de los picos de las montañas, donde a través de una ruta circular se vuelve al mismo punto. 
b.- La otra opción es caminar por el sendero que atraviesa la zona rocosa de la ladera hasta llegar a la cima de la montaña. Esta caminata se recomienda únicamente si dispones de buenas botas y bastones de trekking. Para bajar vuelve del mismo modo en que subiste hasta que encuentres un camino que va hacia la izquierda. Ese camino te llevará hacia abajo dirección Gláma donde los caminos se vuelven a encontrar. Desde Gláma el camino te llevará hasta Sjónarnípa (donde puedes disfrutar de la vista aérea de la lengua glaciar Skaftafellsjökull) y desde aquí podrás bajar al camping de Skaftafell vía Austurbrekka. 

Sjónarnípa (“El mirador”) 

Distancia: 3,5Km
Tiempo de recorrido: 2 horas 
Dificultad de la ruta: 2 (desafiante)

Desde el camping hay que subir hacia Svartifoss (excursión nº1) hasta encontrar la primera señal que nos indica el camino a “Sjónarnípa” ya que a 450m. encontraremos la segunda que es la que recomendamos tomar. Este sendero nos dejará en un mirador natural desde donde podremos contemplar la imponente lengua glaciar Skaftafellsjökull desde el aire. 

Existe otra tercera opción que sería una tercera señal después de la segunda y que se encuentra justo antes de la cascada de Svartifoss, sin duda una buena opción también. 

En cualquier caso y después de llegar a Sjónarnípa el camino de vuelta lo haremos a través de la bajada de “Austurbrekkur” que os llevará directamente al camping.

Morsárjökull (Lengua glaciar Mórsar)  

Distancia : 10Km (20km ruta circular)
Tiempo de recorrido: 6 horas 
Dificultad de la ruta: 2 (desafiante)

Esta ruta comienza en el camping y se dirige a través de la zona de arbustos (brezo) hacia Grjóthóll en Mosárdalur (el valle de Mosár).

En Grjóthóll encontrarás un camino marcado hacia la lengua glaciar Mosárjökull. El destino de este sendero es dicha lengua y un lago glaciar frente a dicha lengua que hará las delicias de cualquier senderista.

Para la vuelta tomar el mismo sendero junto al rio volviendo hacia Gjóthóll y continuando hacia el puente peatonal sobre el río Morsá. Desde aquí iremos de nuevo a la zona de acampada.

Bæjarstaðarskógur ('La granja del bosque') 

Distancia: 7,2Km (15km ruta circular)
Tiempo de recorrido: 5 horas 
Dificultad de la ruta: 2 (desafiante)

La primera parte de esta ruta sería la misma que la anterior, es decir, desde al camping y a través de la zona de arbustos nos dirigimos hacia Grjóthóll en Morsárdalur. Desde aquí hay un camino marcado hasta Morsárjökull que sigue cruzando el puente sobre el río Morsá hasta una nueva ruta marcada que nos lleva directamente a Bæjarstaðarskógur. 

La senda continúa a través del “bosque” hasta dos barrancos que merece la pena ver de cerca por su impresionante belleza. 

Después de pasar por los barrancos es relativamente fácil caminar hacia Skaftafell y aunque no hay un camino marcado podremos guiarnos fácilmente siguiendo la parte más baja del collado Skaftafellsheiði hasta llegar al puente de Götugil que después de cruzarlo te llevará al camping de nuevo.

Si no te sientes cómodo o no lo ves claro cruzando por la zona de arena no señalizada siempre puedes volver sobre tus propios pasos una vez que has visto los dos barrancos.
 
Kjós ('Dell')  

Distancia: 12Km (24km ruta circular)
Tiempo de recorrido: 8 horas 
Dificultad de la ruta: 2 (desafiante)

Esta ruta también tiene un comienzo similar a las dos anteriores; desde al camping y a través de la zona de arbustos nos dirigimos hacia Grjóthóll en Morsárdalur. Desde Grjóthóll hay que continuar cruzando el puente sobre el río Morsá hasta una nueva ruta marcada que nos lleva directamente a Bæjarstaðarskógur con la diferencia de que en lugar de meternos en el “bosque” giramos a la derecha por la loma de grava de Kjósarlaekur.

Ten en cuenta que desde aquí no hay un camino marcado. Simplemente continuar hasta llegar a Kjós. La misma ruta te llevará de nuevo hacia la loma de grava, pero en vez de cruzar el puente esta vez sigue por el sendero junto al río hasta llegar a otro puente en la zona de Götugil. Cruza este puente y sigue el camino marcado que lleva a la zona de acampada.

Una de las maravillas naturales más impresionantes de los alrededores de Egilsstadir es Hengifos que con una caída de 118 m es la tercera cascada más alta de Islandia.

Desde el aparcamiento con tablón informativo subimos por cómodos escalones para seguir después por un ancho camino. Tras pasar un vallado la senda se estrecha. Al borde del camino podemos observar el tipo de vegetación de las praderas de la falda, compuesto por campanillas, genciana, tomillo, etc.

Aproximadamente a la mitad del ascenso se puede ver bien la garganta de la cascada rodeada de basalto de color marrón grisáceo y negro. La forma poligonal de las columnas, puestas a descubierto por el agua, se debe a las contracciones y grietas que se produjeron durante la fase de enfriamiento de la lava.

Al cabo de una hora larga de ascenso nos encontramos delante de la cascada que se precipita hacia el circo por el borde de la meseta entre paredes rocosas con capas de sedimento rojo luminoso.

Se puede ir desde el final de la senda por bloques rocosos y cruzar varias veces el arroyo hasta el pie de la cascada. El descenso se realiza por el mismo camino, por el que se puede contemplar el lago Logurinn en todo su esplendor. Este lago de 30 km de largo tiene una profundidad de 112 m. Su forma de piscina procede de la última era glaciar, cuando fue surcado por los glaciares. Se dice que en el lago vive un monstruo marino.

El Paruqe Nacional de Jokulsaegljufur se extiende a lo largo del cañón del río glaciar Jokulsa a Fjollum. El punto de partida ideal para hacer rutas es el camping de. Desde aquí podemos dar un bonito y breve paseo hasta la punta de la isla rocosa y aprovechar para conocer la variedad flora de esta región, bendecida con un agradable microclima.

El camino señalizado comienza justo detrás de la recepción del camping. Si sale un trecho del valle para luego subir a las rocas hacia la izquierda por una escalera. Desde aquí el camino va en dirección sur hasta la punta de isla rocosa. 

De camino tenemos la oportunidad de observar la vegetación del parque Nacional. En zonas protegidas crecen sobretodo árboles y arbustos como abedules, Sauces y serbales. Sobre todo esta isla rocosa se dan fanerógamas como geranios, angélicas, campanillas y una planta típica del cañón que es la gauteria. En total aquí crecen unos 220 tipos de plantas altas, esto se debe a que esta zona el clima es más continental que la mayor parte de Islandia. Así, la cantidad anual de precipitaciones se sitúan los 400mm, y el termómetro sube en julio hasta una media de 10°. Desde la punta de la isla rocosa, alrededor de la cual el camino traza una curva, disfrutaremos de unas bellas vistas de la imponente formación del Ásbyrgi, que la mitología interpretó como la huella del caballo de Odín. Este castillo de los dioses es en realidad una parte del cañón del Río Jokulsa que se secó hace mucho tiempo.

Regresaremos al camping por el mismo camino.

Jökulsá á Fjöllum es el segundo río más largo de Islandia, tras el Thjórsá, con 206 kilómetros. Nace en el sistema glaciar del Vatnajökull, al norte de la isla y en su recorrido encontramos algunas de las cascadas más bellas de Islandia: Selfoss, Dettifoss y Hafragilsfoss. 

El río formó el cañón de Ásbyrgi, con su característica forma de una herradura. Desemboca en el fiordo Öxarfjörður, en el municipio de Norðurþing.

Dettifoss, situada en el Parque Nacional Jökulsárgljúfur, al noreste de Islandia no lejos de Mývatn, está considerada la cascada más caudalosa de Europa, con unos caudales medio y máximo registrado de 200 y 500 m³ por segundo, respectivamente, dependiendo de la estación y del deshielo glaciar. Tiene 100 metros de ancho y una caída de 44 m hasta el cañón Jökulsárgljúfur.

La cascada fue utilizada en la escena inicial de la película Prometheus de 2012 donde se observa a un extraterrestre humanoide creando vida.

Un área amplia de campos de lava extraordinariamente moldeados ubicados al este de Mývatn; El área Dimmuborgir está compuesta de varias cavernas y formaciones rocosas, los restos de actividad volcánica son quizá recuerdos de una antigua ciudadela derrumbada. Al arrojar columnas de vapor el lugar se llena de humo sulfúrico.

En el folclore islandés se dice que el Dimmuborgir conecta la tierra con las regiones infernales, y es el supuesto lugar de residencia de duendes y gnomos.

En el aparcamiento empiezan los caminos bien señalizados. Seguimos la flecha roja hacia la izquierda en dirección Kirkjan y nos mantenemos siempre la izquierda. Al cabo de un cuarto de hora un camino gira hacia la izquierda a través de un arco de lava. Por este llegaremos al pie Hverfjall. Aquí nos mantenemos a la derecha. Un camino con las taquillas y cuerda protectora suben empillado y nos facilitan el ascenso. Arriba podemos continuar hasta el punto más alto o rodear el cráter. 

Regresaremos por el mismo camino.

La ascensión a esta montaña nos presenta una panorámica impresionante. Podremos distinguir los diversos tipos de paisajes obra del vulcanismo.

En la granja Vangnbrekka una pista señalizada con estacas amarillas nos lleva desde el aparcamiento hasta el pie de la montaña. Este kilómetro se puede recorrer en bici o a pie. 

El ascenso se realiza por un buen camino que tras una subida inicial, primero discurren llano hacia izquierda por el franco de la montaña y luego continúa cuesta arriba, con bastante comodidad, trazando curvas cortadas y más largas por un terreno pedregoso. 

Para proteger la vegetación no debemos abandonar la senda. Sorprendentemente rápido alcanzamos la cima; las vistas espectaculares. 

Regresamos por el mismo camino

Muy cerca del desvío hacia Krafla, se ncuentra la zona de Hverir, justo al pie de la colina roja de Námafjall (Montaña de la Mina) que la carretera N1 atraviesa por el alto de Námaskarð  (Brecha de la Mina).  Hverir es la mayor solfatara de Islandia, conjunto de pozos de barro hirviente, depósitos de azufre y fisuras por donde emanan vapores de agua con sulfuros de hidrógeno, a veces a gran presión.

Esta es una notable extensión de extraño terreno con colores imposibles, plagado de cráteres de lodo bullente, fumarolas y nubes con intenso olor a azufre.

Un sendero marcado asciende desde aquí a lo alto de la colina y luego se dirige hacia el paso de Námaskarð desde donde el excursionista puede regresar al área de aparcamiento por la carretera en unas dos horas. Desde lo alto de la montaña hay unas impresionantes vistas de esta área volcánica y del lago Myvatn.

Al oeste de Islandia, en la Península de Snæfellsnes, encontramos los acantilados de Arnarstapi donde el viento y el mar moldean a su antojo las rocas volcánicas.

Desde Arnarstapi merece la pena seguir paseando por la línea costera dirección nordeste, pasando por delante un pequeño estanque en el que suele haber aves marinas. Pero lo más impresionante son los agujeros en las rocas que se desploman en vertical, conectan con el mar y sirve como privilegiados nidales a una colonia de gaviotas chillona.

Está señalizado y desde el agujero de Miogja se tiene unas buenas vistas. En 15 minutos llegamos al pequeño y pintoresco puerto. Lo mejor es regresar por el mismo camino, pasando otra vez por delante del arco rososo y proseguir después por el camino a lo largo del litoral en dirección suroeste.

Nuestro destino es el pobrecito de Hellnar al que llegaremos al acabo de 40 minutos. Esta población de 9 habitantes presenta una peculiaridad y no se trata de su bonito bahía con arcos de piedra sino el café con sus deliciosos pasteles.

Entre la infinidad de las espectaculares cascadas islandesas, la de Glymur es destacable por dos razones: por ser la que tiene mayor desnivel (196 metros de caída libre) y por encontrarse cerca de Reykjavík y, por tanto, al alcance de cualquiera.

Para llegar allí hay que tomar la carretera N1, la Hringvegur, en sentido norte, hacia Akranes. Al llegar a las proximidades del Hvalfjördur, se abandona la N1 justamente antes del túnel de peaje que va a pasar bajo el fiordo. 

Habiendo tomado la carretera 47, se continúa fiordo adelante hasta llegar a su cabecera. Por allí desemboca el pequeño río Botnsá. Desde Reykjavík hasta este lugar hay unos cincuenta kilómetros.

Una pista de montaña penetra río Botnsá arriba hacia un lugar destinado a aparcamiento e información. De aquí nace el sendero que lleva a la catarata. 

El camino a recorrer a pie es corto, quizá unos seis kilómetros entre la ida y la vuelta, aunque la segunda mitad del recorrido plantea alguna dificultad. No es apto para niños menores de siete años (más o menos) ni para personas no habituadas al senderismo de montaña. Discurre inicialmente por terreno casi plano, entre matorral. Llegado a la proximidad del cauce, el sendero penetra en una caverna, bajo la lava, aflora a un nivel inferior y prosigue hasta acercarse a la orilla del agua. Hay que utilizar entonces un tronco con un cable tensado en paralelo, en el que el excursionista se apoya para vadear la corriente con toda facilidad.

Y enseguida empieza lo más duro de la marcha. La senda se empina ahora fuertemente y hay algún tramo donde el barrillo dificulta la ascensión. A veces es preciso agarrarse al matorral para avanzar. En ocasiones es obligado vadear algún hilo de agua donde no es necesaria más precaución que la de evitar a toda costa un resbalón, porque el cauce es un auténtico despeñadero. La senda gana altura con mucha rapidez y el espectáculo que va apareciendo a la vista del caminante es de los que se recuerdan siempre. Los últimos tramos discurren al filo del cada vez más profundo cañón. 

Cuando las corrientes de aire revuelven la atmósfera, la abundancia de aves alborota el lugar volando entre las nubes de agua pulverizada que destacan sobre el musgo intensamente verde del fondo. 

Este parque Nacional situado a unos 45 Km. de la capital, Reykiavik es uno de los lugares históricos más importantes de Islandia. Conjuga en un entorno natural excepcional de 237 km2, buena parte de la historia islandesa.

El Valle de Thingvellir es la herida abierta por la que surgió de los océanos la isla de Islandia. Este Rif, es la parte elevada y visible de la dorsal Atlántica que separa las placas tectónicas de Noramérica y Eurasia. De sudoeste a nordeste esta línea marca la creación continua de corteza terrestre y el desplazamiento de las dos parte de Islandia que reposan en placas distintas.  Numerosas fracturas y crestas paralelas nos recuerdan la inconmensurabilidad de la Tierra y su fuerza, frente a la cual el ser humano parece muy poca cosa. La llanura está rodeada por montes que llegan a los 1000 metros de altura y forman una especie de muralla que bordea la planicie rota por las fallas.

Dos grupos de fallas son las más espectaculares. En primer lugar Almannagjá, al oeste de la planicie. Con una longitud de 7,7 kilómetros y una profundidad en algunas zonas de 40 metros muestra claramente la separación entre las dos placas tectónicas. La segunda línea de fallas más importante es la de Hrafnagjá. Algo más larga (11 Km.) es un poco menos profunda (máximos de 30m)

Un segundo aspecto es el histórico ya que en la parte oeste del parque, se encuentra la sede, más bien el lugar (el Lögberg , la roca de la ley), en mitad de las crestas y las fallas, donde se reunió durante siglos el Parlamento islandés, desde 1930, el más antiguo del que se tiene conocimiento. El origen del Parlamento islandés aparece fechado en el Landnámabók, libro donde se relatan los primeros años de la colonización y se conocen los nombres todo los colonos, desde 874. Dadas las dificultades del clima y la lejanía del mundo civilizado las asambleas son muy importantes, así como la ayuda mutua. El linaje del primer colono (Ingólfr Arnarson )se convierte en la más poderosa de la isla y favorece la creación de una asamblea general donde los intereses y las opiniones de los colonos (muy diversos ya que provenían de Noruega, Escocia e Irlanda) se pudiesen oír y coordinar, se hace evidente. En el años 930 el Alping, se reúne por primera vez en 930 junto a la roca de la ley. En ese mismo lugar se declaró a independencia de la isla en 1944. Hoy el sitio pertenece al Patrimonio de Humanidad e la UNESCO y en el Parque se encuentra la residencia de verano del Presidente del país.

El Parque Nacional se divide en varias zonas, todas muy interesantes para los excursionista que deseen caminar entre parajes vírgenes. Por un lado un inmenso campo de lava cubierto de abedules ocupa la parte más importante del parque. Junto a ellos encontramos confieras, la reforestación de ambas especies intenta devolver a la zona el aspecto original. Islandia poseyó abundantes bosques que los colonizadores utilizaros para la construcción de casa, obras y barcos, así como combustible. En pocos siglos los bosque de Islandia desaparecieron. Hoy se intenta recuperar el patrimonio silvícola de Islandia.

La zona de Leirar es donde encontramos las infraestructuras turísticas del parque, un restaurante y un hotel principalmente.

La fauna, es escasa como en toda Islandia pero muy particular. Entre los animales que podemos ver en el Parque Nacional encontramos al visón americano y al zorro polar.