Segura y Guadiamar, dos ríos que renacen
España cuenta con una gran cantidad de ríos en su territorio, pero en muchas ocasiones no reciben los cuidados necesarios y por ello van acumulando un exceso de contaminación, lo que no sólo afecta de forma estética a los lugares por donde transcurren, sino que también se convierten en un importante peligro tanto para la salud de los ciudadanos como para la de la flora y fauna que habita en sus alrededores. No obstante, también es cierto que muchas de estas situaciones son modificadas como es el caso del río Segura y del río Guadiamar, los cuales hoy en día presentan una apariencia y desarrollo positivos.
El río más contaminado de Europa
El río Segura transcurre por la ciudad de Murcia, y hace algo más de 10 años se encontraba en un estado deplorable debido a la excesiva contaminación de sus aguas. Por ello, pasar por esta zona de la ciudad era sinónimo de ir acompañados por una cesta de huevos podridos.
Pero esto no queda aquí, ya que la fauna y flora del mismo se vio afectada hasta tal punto que era casi imposible encontrar un solo rincón donde pudiese desarrollarse. Sus aguas lucían una desagradable espuma blanquecina en su superficie, lo que evidentemente hizo que tanto ciudadanos como asociaciones ecologistas pusiesen el grito en el cielo ya que las autoridades no hacían nada para remediar la situación.
Fue entonces cuando se comenzó a realizar una inversión de 640 millones de euros para la construcción de un total de 97 depuradoras. Se drenó el río, se limpió su fondo y se impidió que continuasen los vertidos industriales, y gracias a ello hoy en día cuenta con un aspecto mucho más atractivo además de que numerosas especies que se consideraba que habían desaparecido retornaron de nuevo a esta parte del río Segura.
Todavía queda mucho trabajo por delante, pero sin duda es fantástico poder ver cómo la vegetación comienza de nuevo a desarrollarse, los peces nadan ahora en sus aguas e incluso en la actualidad podemos encontrar anguilas, aves que habitan en sus aguas o incluso que utilizan la zona como punto de migración, y otros muchos animales que han conseguido cambiar por completo la imagen de este río que nunca debió perder su identidad.
Los vertidos tóxicos en Sevilla
Y si viajamos hasta Sevilla también podemos conocer otro caso que hace años preocupaba mucho a la vecindad, y es el del río Guadiamar, el cual se vio afectado por la rotura de una balsa que pertenecía a la empresa Boliden en la que se acumulaba agua contaminada por los distintos residuos procedentes de la minería.
La ruptura de dicha balsa hizo que a lo largo del río se vertiesen unos 6 hm³ de agua contaminada con distintos tipos de metales peligrosos como el arsénico, el cadmio o el plomo.
Pero no todo quedaría ahí, ya que la contaminación fue extendiéndose hasta el punto de que el parque nacional de Doñana corría también peligro al verse afectada por dichos vertidos.
Esta situación fue una verdadera catástrofe especialmente para aquellos que vivían de los cultivos a pie del río Guadiamar.
En total fueron necesarios 90 millones de euros, pero gracias a ello en la actualidad podemos ver que todo el cauce se va recuperando de forma considerable, además de que la preocupación por la salud de sus aguas ha aumentado y eso ha hecho que nunca antes haya sido conocido este río con la belleza que podemos disfrutar hoy en día.