Nuestra excursión empieza una vez dejado el coche en el parking de la Mollera dels Clots. Una vez llegamos a las pistas de esquí de Font Romeu, seguimos por la carretera que continua a nuestra izquierda, hasta llegar al final de la estación de esquí. Aquí encontraremos el último enclave de los telesillas de la Estación de esquí, dejaremos el coche, y lo que se ve enfrente nuestro es el Roc de la Calma.

El ascenso se puede hacer directo, por la izquierda o por la derecha, no tiene perdida. Si lo hacemos por nuestra izquierda, detrás del bar, encontraremos un camino que nos llevara hasta cruzarse con otro camino que sube hacia la cima, que nos queda hacia  la derecha. Hay que decir que el camino no esta muy claro, pero si no perdemos de vista la cima, no tiene perdida.

Después ascendemos por la creta hasta alcanzar la cima, donde encontraremos la Gran Roca de la Calma, que culmina nuestra pequeña ascensión, y si subimos arriba de la roca, podremos contemplar un sinfín de montañas que nos rodean. Realmente subir a esta pequeña cima, vale la pena por la visión que tienes de los picos de la Cerdanya. Una vez disfrutado del paisaje, donde podemos comer, en un banco de madera que hay debajo de la roca, resguardado del aire, y con unas vistas del Puigmal increíbles.

Continuamos nuestro recorrido bajando por la cresta del lado derecho, y sin ningún problema llegaremos al punto de partida.

En contra de paisaje del que disfrutamos hay que decir que esta excursión transcurre entre los telesillas de la estación de Esquí de Font Romeo, pero aun así y todo vale la pena.