Día Internacional de las Montañas
Dentro de un par de semanas, el día de 11 diciembre es el Día Internacional de las Montañas.
La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 11 de diciembre, a partir de 2003, Día Internacional de las Montañas. Esta decisión es producto del éxito del Año Internacional de las Montañas, de las Naciones Unidas, celebrado en 2002, que creó conciencia internacional de la importancia de las montañas, alentó la formación de comités nacionales en 78 países y fortaleció alianzas mediante la promoción y la creación de la Alianza Internacional para el Desarrollo Sostenible en las Regiones de Montaña, conocida como Alianza para las Montañas (CMDS, Johannesburgo, 2 de septiembre d 2002). La FAO fue designada para dirigir y coordinar la celebración del Año Internacional de las Montañas, y tiene el mandato de conducir la observancia del Día Internacional de las Montañas.
El problema del hambre en las regiones montañosas se está agravando. El clima difícil y lo accidentado del terreno, a veces inaccesible, así como la marginación política y social, exponen a la población de las montañas a la escasez de alimentos. En las zonas montañosas están desapareciendo el conocimiento autóctono sobre los alimentos locales y las prácticas agrícolas tradicionales, lo que incrementa la vulnerabilidad de la población local.
Estudios recientes indican que la población de las montañas presenta altas tasas de falta de micronutrientes, que es uno de los factores que contribuyen a que las tasas de mortalidad infantil sean considerablemente más altas en las regiones montañosas.
El acentuado incremento de los precios mundiales de los alimentos y de los costos del transporte hacia las zonas alejadas de las montañas se traduce en un costo más elevado de los alimentos para las comunidades de las montañas.
El Día Internacional de las Montañas de 2008, cuyo lema es Seguridad alimentaria en las montañas, es una buena ocasión para reflexionar sobre lo difícil que es para los pobladores de las montañas obtener con regularidad una alimentación adecuada y nutritiva para llevar una vida sana y activa. Las prioridades para incrementar la seguridad alimentaria en las regiones montañosas son: promover y ampliar los cultivos tradicionales de las montañas; proteger las prácticas autóctonas aplicadas al uso de las tierras; perfeccionar los programas de mejoramiento del ganado adaptado a las zonas montañosas; mejorar el acceso al mercado; y políticas públicas específicas para las montañas, en las que participe la población local.